Hay estudios que buscan determinar qué medio de comunicación es el que
más impacto tiene en nosotros. De los datos que se han obtenido, se deduce que
el video es el medio que mejor aceptamos, principalmente porque no nos exige
mucho esfuerzo y además, permite crear historias que creen empatía y
emotividad.
La vocación es un llamado de Dios. Un llamado que se ajusta a nuestro
carisma personal y al plan que el Señor tiene para nosotros. En el mundo
contemporáneo, lleno de llamadas mediáticas, parece que la voz de Dios tiene
dificultades para ser escuchada. Tal vez, estemos más atentos a otros miles de
llamados externos y no nos demos cuenta que el principal llamado nace de
nuestro propio ser. Dicho de forma clara, vivimos en un mundo lleno de ruido
informativo y formativo. Las marcas comerciales, los partidos políticos, los
equipos de futbol, etc, pugnan por tener unos segundos de nuestra atención. Saben
que es a lo único que pueden aspirar para que escuchemos su llamada. Para ello
utilizan toda la fuerza del marketing en video y a veces, lo hacen con formas
poco éticas.
Nosotros, como cristianos, sabemos que la voz de Dios habla dentro de
cada uno de nosotros. No podemos suplantar la voz de Dios, pero si podemos
ayudar a aquellas personas que parecen sordas, a darse cuenta que en su corazón
hay Alguien que les llama con amor y paciencia. ¿Cómo hacerlo? La respuesta es
sencilla, mediante videos vocacionales.
Videos que retengan nuestra inestable atención, suficiente tiempo para
que Dios haga su voluntad. Disipar el ruido, centrar la atención, señalar donde
está la voz de Dios y propiciar que el abramos nuestra conciencia, debe ser el
objetivo de todo video vocacional. El resto corresponde al Señor.
Por ello sólo puedo alegrarme de que este blog haya iniciado la misión
de acercar lo videos vocacionales a tantas personas necesitadas de encontrarse
con Dios. Sin duda, el Espíritu Santo sabrá utilizar estos medios para tocar
nuestro entendimiento.
Néstor Mora N.
Presidente de Blogueros con el Papa